sábado, 1 de septiembre de 2007
5:58 p. m.
Llueven pinturas de colores,
caen hacia tí,
se depositan en tu siembra cual mies labrada,
aterida por lo desconocido,
pero resurgida en su semblante,
no cabe la impaciencia en ella,
se ha logrado con el beneficio del pasado,
este, entroncado en lo sublime,
vierte un color que es indescriptible para el mundo,
pero ciego para si mismo,
todo se inunda,
la paleta de colores nace,
y todavía no se ha pintado ningún cuadro,
es la naturaleza en si la que se convierte,
cada vez, en cada acto, en cada representación,
lo que el hoy otorga, el mañana lo recapacita,
el futuro es del futuro,
y los impúberes lo son de la primigenia fuerza que los creo,
nada es distinto a como fue creado,
y el creador distinto es,
no cabe la semblanza en los blasones de las inmundicias,
solo son eso, cabalas,
intachables encriptaciones que no saben desear,
que están, más no se manifiestan,
hoy son, mañana estarán,
el mundo se incrementa a costa de nuestro egoísmo,
somos lo que dejamos y no lo que queremos ser,
no hay factura que pagar,
nuestro destino se jacta de ello,
hoy es destino,
destino es,
la sonrisa de un niño.
♥ He Dicho.-