lunes, 8 de octubre de 2007
12:16 p. m.
Somos temporales, un instante si nos mira el universo, una anécdota para nuestro mundo. Nos da miedo hablar de ello, como si ese simple hecho acortara aún más nuestras vidas, sin darnos cuenta de que ése es el único motivo, pues la muerte no es más que un paso, un momento en el camino, sea o no el último, pero un solo momento más.
Los que piensan en su fin con amargura no consiguen más que estropear su corta existencia, los que lo ven como si no fuera a llegar nunca, no aprecian realmente la vida.
La muerte es inevitable, al menos de manera física, pues nuestro cuerpo es una máquina, pensada con fecha de caducidad. Cuando uno alcanza la madurez, la plenitud mental o al menos una porción importante, se da cuenta de que hay que observar nuestro ciclo vital en toda su extensión, valorando cada una de sus partes, desglosando nuestros recuerdos y examinando con curiosidad el futuro, pues ninguno lo conocemos, y por lo tanto es inútil asustarnos por lo que llegará, pues es a todas luces desconocido.
La vida es un ciclo, a veces demasiado corto... Pero no tiene remedio, no se puede culpar a nadie, no se pueden buscar excusas, en este tema no.Punto Final.-
♥ He Dicho.-