lunes, 24 de diciembre de 2007
7:20 a. m.
Las Tareas se me hacen difíciles, el humo me empieza a oler mal, siento ojos malignos que me observan, siento la maldad en el mismo aire, pero que más da, yo soy feliz...
Deambulé por miles de calles, deambule sin sentido por aquí y por allá sin encontrar nada, ni a nadie, eran todas oscuras llenas de vicios que te perseguían y acosaban solo para reírse de vos, los veo y me dejo llevar por ellos seducido por las risas. Tantas veces caí y volví a levantarme atrapado en un cubo que no me dejaba ver, el árbol estaba presente pero no lograba ver el bosque, se me hacia complicado..., difícil... y eso que lo tenia a unos pasos de mí.
Todo aquel silencio y el tormento me condució a tantos lugares, aprendí a ver las caras de las personas desechas por el tiempo y la desesperación, relevantes de la tortura y el sufrimiento, el estrés y tantas cosas más. Y yo solo las observaba sin poder hacer nada más que caer y caer más y más en lo mismo, fue un tiempo de horror y auto compasión absoluta, perdido, sintiéndome solo, abatido, desahuciado, era tal lo que sentía que al lado mío reía al lado mío y no me daba cuenta, su sonrisa era pura y sencilla, alegre y sin necesidad de algo para ser tranquila, eran solos sus simples sueños y yo no me daba cuenta.
Mis pasos me conducieron a un lugar oscuro donde el sufrimiento arrinconaba a todo ser que habitaba en él, en ese lugar me sentí cómodo, triste pero cómodo y me quede a vivir en él, sufriendo y solo sufriendo por nada más que hacer, que existir, en un estado de melancolía y tristeza...
-Hola- me dijo una chica y la observe como si fuese de otro mundo, ¿por qué reía?, ¿por que podía verla tan alegre y sonriente? Y yo no podía sentirme así, fue eso lo que me llevo a preguntarle la misma pregunta que me hice yo -¿por qué reís?- le dije.
Ella no me dijo nada, solo me señalo con su dedo y quede sorprendido por aquello, ella desapareció como todo lo alrededor cuando algo tocaba mi mente, nunca más volví a verla.
Un reflejo llamo mi atención días después, ya ni me acordaba de ella, yo solo me acerque y me condujo a un lugar aun más oscuro, lleno de formas tan sombrías y escalofriantes que daba miedo seguir, pero sentía que debía hacerlo y lo hice. Aquel reflejo, aquel destello de luz me llevo por laberintos y laberintos, los vicios no dejaron de acosarme, la melancolía, el odio y la envidia, me rodeaban tentándome, pero la intriga me había sido más poderosa que todos ellos, por lo que seguí y seguí, hasta que desapareció tras un esquina. Caminé hacia ella y al cruzar por ahí me encuentro cara a cara conmigo, todo había sido solo un simple y tonto espejo, pero ¿acaso yo no estaba sonriendo?
Desde aquella ves no eh dejado de pensar que aquello que había hecho que la niña me hablara fue solo la simple sonrisa, y el recordarlo me hace feliz. Mentí cuando dije que nunca volví a verla porque la conozco muy bien y hablamos todos los días de cosas insignificantes y sin sentido. Cuando le pregunte el nombre, un año después, me dijo que se llamaba Alegría, que vivía al lado de mi casa y que nunca había dejado de observarme, pero eso no fue lo que me llamo la atención, lo que me llamo la atención fue cuando me dijo "aprendí a sonreír porque un día te vi y voz lo estabas haciendo sin darte cuenta..."
Nunca más eh vuelto a sentirme triste desde aquella ves, porque cada ves que me encuentro desesperado, con temor o ganas de llorar, corro hacia aquel espejo evitando a todos aquellos que me miran cruzar, me planto delante de él y sonrió... y me doy cuenta que "uno solo es lo que quiere ser" tanto como "uno siente solo lo que quiere sentir"
Un día el temor me preguntó -¿porque sonríes?- y yo le contesté -Porque te conozco- y él sonrió también...
ASÍ ES, ¡VOLVÍ! Y VOLVÍ PARA QUEDARME TAL COMO SOY, PORQUE SOY FELIZ CON USTEDES. GRACIAS.
♥ He Dicho.-